Sesenta años cumplís
como si nada fuera,
y sin embargo te ves
como si treinta tuvieras
Naciste en un pueblo
que lleva por nombre Toay,
pero te criaste en un barrio
que se llama Villa Parque.
El tiempo se fue pasando,
y de pronto de casaste
a Villa del Busto te mudaste
allá por el setenta dos,
en ese nido de amor
que con tu negrito levantaste
tuviste cuatro pichones,
que con amor vos criaste.
Tu negrito en el camión,
por muchas horas se iba,
tal vez por dos o tres días,
de Bahía no volvía,
muy solita te quedabas
con Marcela y el Leito,
y yo, que era un negrito
de pelos duros y feo, también un
mal educado por las cosas que decía,
me acercaba hasta tu esquina
y de todo te gritaba.
El tiempo se fue pasando,
tus dos pichones crecieron,
el negro siguió viajando,
yo, yo , ya era un señorito
de pelo corto y peinado,
ya no era un mal educado,
porque ahora trabajaba
y hasta tu casa me llegaba,
para comer el asado,
que cuando Bustos, no estaba
vos solita preparabas,
y debajo de la sombra
de la planta de damascos,
en una mesa de mármol
vos, tus pichones y yo, degustábamos,
pero yo, mas de una vez
debía aguantar tu “ curda”
que con el vino rosado,
mas de una vez te agarrabas.
Un sobrenombre me pusiste,
y te recuerdo por que,
un día haciendo mi trabajo,
que era de vendedor, golpeando puerta por puerta
hasta tu casa llegue,
enlatados, yerba y azúcar te vendí,
el problema surgió aquí, cuando al otro día fuiste
no se si al supermercado o a la despensa del flaco,
y viste que el azúcar estaba mas barato
de lo que yo te la vendí,
¡ para que cuando me viste! Exclamaste en un instante
¡ retontín me cobraste re cara el azúcar!
Pasaron 31 años desde aquel momento,
y es el día de hoy que todavía me seguís reclamando
y gritando cada vez que paso por tu casa,
retontin me cobraste caro el azúcar. Jajajajjaa largas la carcajada.
el tiempo paso, del barrio me fui, y tus otros dos pichones
cuando ya mas no esperabas, aparecieron ahí,
uno atrás del otro, no me recuerdo bien, pero creo que Bustos
ya no viajaba seguido.
La vida te sorprendió! ,¿ o no tomaste la pastilla?
vos que tanto me aconsejabas, como me debía cuidar
¿oh tal vez fue el espiral?, que no respondió a tiempo
y otra nena y otro nene tuviste que amamantar,
fue a Vanesa y el Negrito, y pusiste punto final.
Sesenta años cumplís, como si nada fuera,
y sin embargo te ves como si treinta tuvieras,
estos versos se terminan y ya llegan al final,
con un grito emocional que mi garganta emana,
¡ que lo cumplas muy feliz!
quien te escribió estas palabras
Lleva de sobrenombre tu querido retontin.