domingo, 19 de agosto de 2007

Era un muchacho de pueblo

Era un muchacho de pueblo

con el afán de triunfar,

alegrías le dio la vida

y una madre a quien amar.

Era un muchacho de pueblo

deportista... y trabajador,

era su meta triunfar

con esfuerzo y humildad.

Era un muchacho de pueblo

con sus triunfos deportivos,

también un montón de amigos

el deporte le brindó.

Era un muchacho de pueblo

que por su madre lucho,

tal vez por aquella lucha

un traslado se “gano”.

Era un muchacho de pueblo

que un día viajo a correr,

su regreso fue desgracia

que el destino le marco.

Era un muchacho de pueblo

que a su madre la adoró,

una carta le escribió

y un secreto le contó.

Era un muchacho de pueblo

al que hoy recordaremos,

porque siempre en el recuerdo

muy presente lo tendremos.

El premio al mérito deportivo

lleva grabado su nombre,

es el premio codiciado

por los hombres que compiten,

todo el año con esfuerzo

con amor y con pasión.

Con lagrimas en los ojos

su madre seguro esta,

esperando entregar el premio

a quien lo supo ganar,

porque Nestor Medina fue,

un ídolo provincial.

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